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| Nicolás Bolasini |
Una interesante reunió se presentó el día de ayer en uno de los mejores hoteles de Polanco. Organizada por la escuela de mi interés; se dieron cita alumnos, exalumnos, prospectos y personal de la misma. La intención: compartir experiencias y hacer networking. Mi experiencia: emocionante, divertida, interesante y reflexiva.
Acompañados de bebidas a nuestra elección y una selección musical bastante decente; diez a veinte personas compartimos experiencias, frustraciones, temores, contactos y sobretodo emails y cuentas de facebook.
Se me vienen algunos flashazos a la mente: como una chica interesada en una maestría en emprendimiento social, programa que desde mi punto de vista y experiencia tiene tremendo futuro. O un exalumno de finanzas que en vez de regresar a quemar sus cartuchos, prefirió esperar otro año para certificarse en CFA; certificación que más allá de la fama tiene un reconocido grado de dificultad. Muchos interesados y curiosos, algunos ya aceptados y confiados. Por mi parte, tengo todavía ese cautivante sabor a indefinible e inalcanzable, el cual me mantiene en movimiento. Y como lo comprobé aquél día, no soy el único.
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