domingo, 12 de febrero de 2012

Los burgueses de Calais al ritmo de Vampire Weekend

Tanto ha pasado las últimas semanas que es difícil condensar en estas breves líneas. Sobretodo de una manera congruente, interesante y no iterativa. Me he mantenido ocupado en un sin número de proyectos. No es mi intención agobiar al lector con pasajes intelectualoides. Por eso comparto éste sabroso ritmo de ska que se han incrustado en mi cabeza los últimos días, y que estás en libertad de sustituir por la lectura entera de este post.
Vampire Weekend - A Punk
Diseñados por el mismo Rodin en 1895. Réplica exacta en Stanford.
Sin mas retórica, empecemos por el viaje a Stanford University. Aunque mi opinión muy probablemente esté coartada por mi comparación del campus de Stanford University con el de CU (la UNAM para los no chilangos) o, si acaso en menor forma, con el campus de la Ibero en Santa Fé. No dejo de maravillarme de la arquitectura de dicha "ciudad".

Desde la torre Hoover.

El programa, Stanford Persuasive Lab Tech, era supuestamente para explicarnos cómo alcanzar la paz mundial a través de un condicionamiento del comportamiento de los individuos. Algo así como un experimento maslowquiano, logrado mediante la generación de estímulos positivos en la sociedad contemporánea. Lo sé. Suena totalmente maquiávelico e interesante. Pero poco escuchamos aquella vez sobre el tema. Los interlocutores prácticamente ocuparon la mitad de la agenda en presentarse y en presentar sus casos de éxito. Que si bien no demeritan la experiencia de ninguna forma, no satisficieron el propósito del viaje. De todas formas un par de semanas después, en la plática que el fundador de Wikipedia impartió para nuestra escuela; la cual narro líneas más adelante, tuve la oportunidad de volver a toparme con un individuo de aquél equipo, quien me aclaró el concepto de alcanzar la paz mundial a través de estímulos económicos.

Una gran enseñanza me dejó aquella conferencia. La exclamó Mark Nelson después de narrarnos la crónica de su polifacética vida así como su estancia en el sur de Africa. Compartiéndonos sus deseos así como su frustración para lograr la paz mundial. Nos compartió que la única manera de lograr un verdadero cambio en la humanidad; sea cual sea la naturaleza del mismo, no es a través de la religión, no es mediante la teoría, filosofía o el arte, tampoco es mediante las ONG's, las buenas causas o la ayuda solidaria. La única manera de hacer un cambio en la humanidad, duradero y efectivo, es a través de los negocios. Ese motor es el único que ha demostrado ser el causante de verdaderas revoluciones sociales. Por descabellado que suene, creo que deberíamos de dejar se ser una sociedad hipócrita y aceptar esa realidad, tan presente en la historia del siglo XX y gestándose en la del XXI.

Volviendo a la plática de Jimmy Wales. La experiencia que más se esforzó en inculcárnos, que definitivamente se esparció como un virus entre los asistentes, y que hasta la fecha es objeto de risas, es la de fallar más rápido y más seguido. Sí, el fundador de la enciclopedia mas grande que jamás haya existido, amo y señor del colectivo cultural e intelectual más grande que la humanidad haya conocido, compartió su modus-vivendi. Falla pronto. Falla más seguido. Dicha plática fue también una remembranza de los caminos y detours por los que Jimmy pasó antes de convertirse en el hito que ahora es. La enseñanza que le quedó después de fracasar en cada intento. Fracasa. Fracasa. Fracasa, pero levántate. Indirectamente me parece que el señor decía levántate. Levántate. Levántate.