miércoles, 6 de abril de 2011

Intentos Desesperados (1ra parte): ¡Ahí vienen los chinos!‏


¡Cuarenta mil dólares es mucho dinero! y por eso, he decidido realizar algunas inversiones a corto plazo que pudieran convertirse en efectivo en los pocos meses que me restan antes de irme. Mal que bien, logrado o malogrado, éxito o fracaso, la experiencia bien vale la pena más allá del resultado obtenido. Por eso la comparto en este espacio.

Todo empezó al darle click a un banner que anunciaba la venta de productos directos de China, a precio de fabricante; los cuales, comparativamente, tienen un precio mucho menor al que uno podría conseguir de este lado del mundo. Por azares del destino, elegí comprar productos de belleza para la mujer; los cuales, según comprobé, se venden mejor que el Caramel Machiatto. ¡La inversión se triplicó en poco menos de un mes! Bien debo reconocer que el negocio resultó tan redituable gracias al apoyo de mi socia y novia, ¡y de su colección de amigas!    :D

Samuel Castano



De más está decir que la motivación no nos faltó, y realizamos una segunda e incluso una tercera compra de productos similares. Las posibilidades sonaban infinitas. La realidad es que no todo lo que brilla es oro. El segundo embarque llegó en termporada navideña, lo que retrasó la entrega de paquetes. Además, Aduanas de México se encuentra en un proceso de reestructura y capacitación de su personal desde hace unos años, en vísperas de un mejor control de la mercancía que ingresa al país y los problemas que acarrea, pero a expensas de los tiempos de entrega. Después de investigar por cerca de dos meses el paradero de mi paquete, me entregaron un documento indicando que el paquete requería la intervención de un Agente Aduanal para su importación definitiva. Preguntando más a fondo, me enteré que lo anterior se pudo haber originado por las siguientes causas:


1.- Si el paquete contenía algún producto con marca registrada en el país, un representante autorizado de dicha marca debería estar presente al momento de recibir el paquete, de lo contrario, el mismo sería destruido y denotado como piratería.
2.- Si el paquete contenía algún producto químico, uno debería presentar el permiso de la Secretaría de Salud para su importación. El cual, para obtenerlo, supone la realización de unos estudios químicos en laboratorios privados así como la entrega de una muestra a la Secretaría de Salud, para que a su vez realice estudios similares.
Obviamente estamos hablando de un producto que fallaba en ambos incisos, por lo que optamos por el plan B, y mediante carta formal dirigida a la subdirección general de aduanas, solicitamos fuera devuelto a su país de origen, a sabiendas que en caso de no recibir la mercancía, el portal donde realicé la compra realizaría el reembolso pertinente.
Más allá de la experiencia adquirida en cuanto al comercio internacional, mas allá del conocimiento respecto a las aduanas en el país, lo que más me sorprendió y maravilló en este caso, es la enorme calidad en cuanto al servicio a clientes de aquel sitio de internet.
Trabajo en una empresa transnacional que opera en más de 120 países, con procesos que en su mayoría involucran a tres o más oficinas por transacción. Por poner un ejemplo del día a día, el pago a un transportista en EUA, es coordinado por la oficina regional en Monterrey, misma que a su vez manda una solicitud de pago a la oficina en la Ciudad de México, la cual se apoya por un centro de servicio ubicado en la India, que es a su vez supervisado por el corporativo en Dinamarca. Tengo que aceptarlo, por mucho estamos ampliamente distanciados de tener la clase de servicio que recibí de aquel portal, no se diga de aquella cultura.
SC - Web 2.0
Practicamente estuve coordinando el envío y/o recepción de tres paquetes entre las oficinas de la Aduana de México y las oficinas de un sitio web ubicado en China. Mientras que el tiempo máximo de respuesta a mis preguntas era inferior a 24 horas en aquel sitio. En México debía esperar semanas sin recibir respuesta o confirmación alguna por parte de Aduanas o Correos de México. Los chinos estuvieron al tanto de mi segundo y tercer pedido todo el tiempo, y exactamente al mes recibí un correo solicitándome confirmar la recepción del mismo. La historia ya la saben y por ende mi respuesta. Dicho portal, sin cuestionar mis motivos más allá del previo intercambio de correos, me confirmó el reembolso del 100% de mi compra, en un lapso de 2 a 3 días hábiles, directo a mi cuenta de Pay Pal.
Eso fué ayer.
Hoy no he checado mi cuenta, pero no dudo que al momento de revisarla veré reflejado mi reembolso.
Lo sé, después de casi 500 años el malinchismo sigue vigente. Imposible ignorar la revolución que estamos viviendo. Imposible no voltear a ver al vecino, cuando tanto nos ha dado de que hablar. ¡Ahí vienen los chinos! Y no sé si estemos listos.

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