sábado, 29 de octubre de 2011

No me chinglesh!! (o como dicen los gringos: overload of English language input)


Amanecer crudo después de una fiesta de Halloween y comentar la noche anterior con un compañero alemán con un ingles malhablado suena jocoso, pero con un dolor de cabeza se torna tortuoso. Llamar por teléfono celular; con los siempre-presentes-y-universalmente-aceptados problemas de conectividad, para agendar una cita de trabajo con una compañera albanesa con acento euro-americano, dada la naturaleza de la llamada, es mucho mas delicado y complicado de lo que seria en la madre patria. Encontrarse perdido en algún rincón de la ciudad y pedirle instrucciones al chofer del autobus, un chino malhablado, gritón y regañón, es hilarante por segundos, estresante por minutos.


Una de las situaciones que mas conflicto emocional, por decirlo de alguna forma, me ha causado, es el idioma inglés. No estoy hablando del entendimiento del idioma per se, me refiero al hecho de "vivir" en otro idioma. Al hecho de pensar, negociar, discutir, empedar, filosofar, bromear, flirtear, pelear, preguntar, enseñar e incluso despertar en otro idioma, todas esas nimiedades y trivialidades que uno da por hecho en su hogar de residencia, y que hacen del día a día una experiencia única e irrepetible, se tornan como obstáculos cuando uno esta inmerso en una cultura con otro idioma. Me he encontrado en diversas ocasiones donde tengo la broma, el refrán o la frase adecuada para determinada situación, y desafortunadamente me encuentro imposibilitado para expresarme de determinada forma. Por lo que la mayoría de las veces he tenido que valerme de otros recursos menos certeros, poéticos y agradables al oído para expresar una idea. El asunto podría no tener o merecer importancia alguna. En otras circunstanscias podría incluso ser una parte jocosa de la travesía. Pero esta experiencia no es una simple travesía. Esta experiencia no es un viaje de placer. Esta experiencia es un viaje de negocios. Un viaje de negocios con una duración de un año. Es decir, mis actividades sociales, intelectuales, culturales y profesionales se encuentran mayoritariamente enfocadas a alcanzar unos objetivos profesionales muy claros. Las situaciones en las que intento exponerme exigen un set de rasgos mucho mas avanzado de los que actualmente poseo.

Charles Glaubitz

Y no estoy hablando del shock inicial de toparse con otro idioma donde todo, repito, TODO esta en otro idioma. Escribo esta reflexión casi dos meses después de mi llegada. Justo después de terminar de asimilar unos breves párrafos de un libro que habla sobre la diplomacia americana.
Mientras que toda mi vida he tenido la curiosidad de leer en inglés por el simple hecho de aprender, ahora la curiosidad se convirtió en obligación. Peor aún. Lo que se viene es mas de lo mismo. El próximo paso es una entrevista de trabajo. Después, una presentación ejecutiva ante setenta o más personas. Etcétera. Etcétera. Etcétera. Trágalo. Quieras o no.

Comentario al margen. Un trabajo académico sobre este shock cultural. En inglés.

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