domingo, 9 de octubre de 2011

EN EL POKER SE LLAMAN HIGH STAKES

Hoy cumplo un mes en San Francisco; un mes para efectos dramáticos, un mes con dos días para efectos verídicos. Domingo en la noche, con un leve dolor de garganta provocado por el desvelo de la noche anterior, después de pocas horas tendido sobre un sofa de fría piel. Una leve depresión me impide avanzar este blog, la misma que me mantiene encerrado, mientras mis roomies se preparan para ir al strip club en Broadway Street. Además, financieramente no estoy para gastar 200 dólares en una noche. No en esta situación. No en mucho tiempo. Ni siquiera tengo motivo esta noche para celebrar! Digo, estoy en una ciudad increíble, con increíblemente bellas féminas por todos lados, con unas vistas y paisajes imperdibles y con una arquitectura exquisita en detalles. Lo sé, es probablemente una de las ciudades mas bellas, parte de uno de los estados mas fuertes, dentro del país mas rico del mundo. Debería de ser suficiente motivo para celebrar. Pero no esta noche. Tengo muchas cosas en mente.

Esta situación no es gratuita, tiene un costo muy elevado, y para pagarla debo de hacer un esfuerzo igualmente elevado. Recibí un consejo hace varios meses de una persona que nunca he conocido físicamente. Dicho individuo me recomendó; después de exponerle mi plan de cursar esta maestría, comenzar a buscar un trabajo desde el primer día. Tal cual lo he realizado. Tal cual no lo he conseguido. Por orden de importancia expongo mis jerarquías a continuación. Uno. Conseguir un trabajo. Dos. Terminar mi maestría. Tres. Conseguir una esposa. Demás esta decir que tengo problemas para conseguir cualquiera de las tres o que una de ellas incluso es ilegal. Demás está decir que esto me mantiene deprimido. En el poker se llaman high stakes. En la madurez son decisiones de todos los días.