domingo, 22 de junio de 2014

Una Noche en Pedazos

El 22 de Junio fue una noche realmente espectacular para Juan Carlos. Recorrió los pasillos del majestuoso hotel donde se hospedaba hasta perderse en sus pensamientos. Esto no le llevo mucho tiempo. Divagar era algo que le salía muy bien. Lo aprendió desde pequeño y sin siquiera planearlo. Cómo? Al parecer su padre se lo inculcó a su abuelo, a su vez, el abuelo al padre de Juan Carlos. No era un mal de familia, o al menos eso decían para justificarlo, era una bendición. Como la que salvó a Juan Carlos aquella madrugada. Que de haber encontrado lo que su salvaje instinto necesitaba, abríase dedicado a vender limonadas.

(Dedicada a Miguel de Unamuno).



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