domingo, 13 de abril de 2014

La Pena del Pene

Creo que veo demasiada pornografía. La veo por voluntad y también por obligación. Mantengo desde hace meses un blog de fotografia erótica que requiere mantenimiento diario. Además, no tengo relaciones desde hace tiempo. Por lo que a veces recurro al arte de complacerme. Por si fuera poco, crecí con cable y en la generación del internet, donde el acceso a la pornografía es prácticamente gratuito y abundante.

Pero ninguno de esos dos problemas me acongoja. Me acongojo más cuando me enfrento al sexo real. Tengo grabadas en el subconsciente imágenes de falos de proporciones inmensas. Lo que muchas veces me hace sentir literalmente pequeño. Sobretodo cuando la pareja sexual es nueva. En esos casos en que no hay erección, pero sí desnudez, es cuando más sufro. Mi pene es de proporciones normales, tirándole a microscópicas cuando no estoy excitado o tengo frío.

Aunque he recibido más alabanzas que reprimendas por las proporciones de mi miembro. Me sigo diciendo a mí mismo que no es más que un caso de la eterna admiración heterosexual por el falo. Que pena la del pene.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario