domingo, 9 de marzo de 2014

Te Seguiría Hasta el Fin

Conquistó al mar tan fácil como a mi corazón. Sin dudarlo, se adentró en las agresivas olas, dominando al instante el sube y baja de la marea. Fue tan rápida su estocada que al mar no le dió tiempo de responder. Antes de que se pudiera formar una segunda o tercera cresta, ya había cruzado el umbral de dichos patrones. Una vez se encontraba del otro lado, volteó, y con el dominio del matador, sonrió. Su blanca dentadura no sólo contrastaba con aquella verde acuosa vastedad, de hecho, el mar empequeñeció ante ella.


Se mantuvo así varios minutos antes de regresar, mientras yo torpemente me mantenía a flote.

Oh inspiración de confianza! Si el mar no me hubiera enseñado a respetarlo hace varios años, podría hoy ser el fatal día en que el océano me hubiera devorado.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario